En este cuarto episodio de nuestro canal de podcast hablamos sobre los aportes de la inteligencia artificial (IA) en la educación virtual y el e-learning. La IA permite adaptar distintos procesos, mostrando preferencias y anticipando comportamientos y brindando opciones para poder personalizar las experiencias educativas de los estudiantes. En este sentido la IA ofrece numerosos beneficios y posibilidades en los procesos de enseñanza-aprendizaje y resulta un gran apoyo a la labor del tutor o docente de e-learning.
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La inteligencia artificial, gran aliada del tutor de-learning
En este nuevo episodio, queremos contarte sobre algunos de los aportes de la inteligencia artificial en la educación. La tecnología sigue avanzando a pasos agigantados en todos los espacios de acción, y la educación no queda afuera. Las herramientas que nos ofrece la tecnología en el campo del e-learning son infinitas. Dentro de las impensadas posibilidades que la tecnología nos puede brindar, aparece hace ya unos años el concepto de Inteligencia Artificial (IA), definido como el uso de la tecnología asociada a datos, analítica y a procesos de automatización de manera que se asemejen a la inteligencia humana.
Si bien la IA se ha estado utilizando cada vez más en variados ámbitos, podríamos decir que, en el marco de la educación, se emplea para adaptar distintos procesos, mostrando preferencias y anticipando comportamientos y brindando opciones para poder personalizar las experiencias educativas. Y es en este sentido que la IA ofrece numerosos beneficios y posibilidades en los procesos de enseñanza aprendizaje.
Es necesario remarcar que no es una cuestión de incorporar la tecnología únicamente, o la IA como en este caso, sino que se deben utilizar metodologías de enseñanza aprendizaje centradas en el estudiante y materiales especialmente pensados y diseñados para esta modalidad. Por otro lado, debe contar con el acompañamiento de un tutor, profesor o instructor que tendrá mayor o menor presencia digital de acuerdo con la propuesta, siempre dentro del marco de un diseño instruccional cuidadosamente planificado que responde a las necesidades de destinatario.
Ahora bien, si pensamos en cursos con dichas características, como ya hemos comentado en episodios anteriores, el diseño instruccional y la planificación de la función tutorial se vuelven centrales para asegurar el éxito de los proyectos de e-learning. En este sentido, conocer las necesidades del cliente y su destinatario es el primer paso para el diseño del curso a desarrollar. Saber cuáles son sus necesidades de formación, en qué contextos, con qué objetivos y con qué herramientas serán el puntapié inicial. Recordemos que no es lo mismo una propuesta de formación para un curso de posgrado en la universidad que un curso pensado en el marco de una empresa para formar a sus empleados para su plan de desarrollo profesional continuo. En estos últimos, en general, las organizaciones demandan propuestas auto asistidas, para que los usuarios lo puedan realizar de manera autónoma.
Ejemplos de la IA al servicio del e-learning
Ahora pensemos: ¿hasta dónde podemos llegar con la IA en el campo de la educación? A esta pregunta, no obtendremos una única respuesta ni una respuesta acabada, ya que la IA está avanzando de manera constante y ofrece posibilidades aun no exploradas. Pensemos en un ejemplo puntual: los asistentes virtuales, más conocidos como chatbots. Estos son un programa o herramienta que permite mantener una “conversación” o intercambio con el usuario, mediante la predicción y o la anticipación de la interacción. Ofrecen numerosas ventajas como estar disponibles los 7 días de la semana, durante las 24 horas, los 365 días del año. Pueden, además, brindar opciones personalizadas a los distintos usuarios de manera ágil. Y es ahí donde podemos identificar su potencial. Son sumamente útiles en los procesos de inscripción y matriculación para disipar dudas y para recordar cuestiones y fechas importantes.
Algunos estudios ya han demostrado que la implementación de chatbots vinculados a plataformas educativas, pueden acompañar a los estudiantes en sus trayectorias, evitando, por ejemplo, el abandono. Además, basándose en las analíticas de aprendizaje, se pueden enviar mensajes automáticos de manera anticipada en el caso de que un estudiante no ingrese a la plataforma luego de cierta cantidad de días, mensajes motivacionales invitando a la participación, textos de consulta, entre otros. Estos son sólo algunos de los beneficios que la IA nos puede brindar en la educación facilitando en gran medida las comunicaciones entre el tutor y los cursantes, en términos generales y en particular en las estrategias de acompañamiento a las trayectorias con fines motivacionales.
Otra utilidad de la IA en la educación es la posibilidad de personalización de contenidos, es decir, poder adaptar el contenido en virtud de los conocimientos de cada estudiante. Por ejemplo, de acuerdo a ciertos resultados en algunas evaluaciones, se puede mostrar una actividad u otra según a los contenidos que se necesitan reforzar. Esta idea está relacionada con el aprendizaje adaptativo. La IA permite, entonces personalizar los contenidos de cursos de manera que aparezcan de acuerdo a las necesidades de los usuarios.
La función tutorial en cursos de e-learning
¿Pero entonces esto significa que la IA reemplazará a los docentes? Para poder dar respuesta a esa pregunta, debemos recordar la importancia de la función tutorial en los cursos de e-learning. Quienes acompañan a los cursantes en el recorrido de los cursos de e-learning, deben contar con competencias, destrezas, habilidades y aptitudes especiales y acordes para poder llevar adelante dicho rol. Debemos pensar en profesionales de la educación con un perfil humanista y holístico, quienes además deben contar con manejo de competencias en el campo de lo digital y en las nuevas metodologías de enseñanza aprendizaje. Además, ya que las propuestas de formación deben responder a las necesidades de los estudiantes y sus contextos, es indispensable que el tutor sea flexible, y personalice el proceso de enseñanza aprendizaje para el usuario.
Si pensamos en el tutor con estas características, debemos hacer hincapié en el seguimiento a las trayectorias, evaluar de manera formativa en instancias intermedias, y en poder brindar respuestas en el corto plazo. Entonces, en dichas instancias, la IA puede colaborar, en gran medida, con la función tutorial. Basándonos en las características de la propuesta formativa, el tutor puede definir tareas evaluativas de tipo de diagnóstico que las mismas plataformas pueden evaluar, puede también definir que el usuario debe participar cada cierta cantidad de tiempo y puede, también, definir ciertas preguntas frecuentes y sus posibles respuestas. Todos estos últimos ejemplos, pueden ser tareas, luego de ser diseñadas por un tutor, que pueden resolverse mediante la IA.
En este sentido, es fundamental contar con un sistema de gestión del aprendizaje (LMS, su sigla en inglés) que permita las personalizaciones y ajustes que el tutor defina. Como hemos ya mencionado, las analíticas en el aprendizaje ofrecen múltiple y variada información y pueden colaborar con el tutor en su tarea al poder analizar diferentes tipos de variables previamente definidas de participación, interacción. Además, al contar con información específica y clara, el tutor puede tomar decisiones respecto al curso sobre estrategias de comunicación, mejora de consignas y hasta de contenidos que deben ser revisados.
Conclusión
Como hemos visto, la IA ha venido a instalarse como una tecnología emergente que permite, por un lado, la personalización del aprendizaje y, por otro, contribuye a que los usuarios se preparen para los requerimientos de un mercado laboral cada vez más cambiante y demandante. Bajo ningún punto de vista, la IA pretende eliminar la función tutorial, muy por el contrario, será fundamental que el tutor defina las particularidades, características y aplicabilidad de la IA en los cursos. Pensar que la IA puede reemplazar al docente es como pensar que cuando se instalaron los cajeros automáticos, los empleados de entidades bancarias se quedarían sin trabajo. Muy por el contrario, su tarea se jerarquizó y se adaptó a las nuevas necesidades de los usuarios. La tecnología ha llegado para facilitar, acompañar y personalizar ciertos procesos, pero de ninguna manera podrá tomar el lugar de la mente humana. Esta es la única capaz de llevar a cabo procesos no estandarizados, que implican motricidad fina, flexibilidad e interacción social. Muy por el contrario, la tecnología vino para mostrarnos cuán importante somos los humanos, cuántas tareas sólo nosotros podemos hacer y que detrás de cualquier proceso tecnológico, hay una mente humana que diseña, planifica, proyecta y ejecuta.
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