Presentamos un nuevo episodio en nuestro canal de podcast en Spotify, Hablemos sobre aprendizaje digital. Hoy hablaremos sobre el enfoque basado en competencias (EBC), el cual aplicamos y certificamos en todos nuestros cursos y diplomas online.
En entornos virtuales de aprendizaje, el estudiante es un participante activo y crítico que reflexiona sobre su proceso de aprendizaje y que construye su propio proceso basándose en las necesidades que su entorno le requiere. A través de la implementación del enfoque basado en competencias, nuestros cursantes articulan los conceptos teóricos con la práctica, dándoles un contexto y una aplicación, desarrollando además pensamientos complejos y logrando así, transformar los procesos de enseñanza – aprendizaje.
Los invitamos a escuchar el podcast y aprender sobre este interesante enfoque innovador.
El enfoque basado en competencias
En este nuevo episodio, queremos contarte hacia dónde estamos trabajando en Net-Learning, una vez más, innovando en el Enfoque Basado en Competencias y su certificación. Comencemos recordando que la enseñanza en entornos virtuales demanda, sin lugar a dudas, el manejo de herramientas y metodologías de aprendizaje innovadoras, activas y centradas en el estudiante. Bajo esta mirada, pensamos en el estudiante como un participante activo y crítico que reflexiona sobre su proceso de aprendizaje. Además, el estudiante construye su propio proceso basándose en las necesidades que su entorno le requiere. Así, pensar en un enfoque basado en competencias resulta pertinente ya que, a través de su implementación, se articulan los conceptos teóricos con la práctica, dándoles un contexto y una aplicación. Además, este enfoque promueve el desarrollo de pensamientos complejos, logrando así, transformar los procesos de enseñanza – aprendizaje.
Comencemos definiendo el término competencia. En realidad, se puede definir de diferentes modos, pero una de las definiciones más generales y usadas en educación y en el mundo laboral es pensarlo como una construcción de destrezas, habilidades, conocimientos y aptitudes. Pero no se trata de la suma de estos últimos cuatro conceptos, sino el ensamblaje de ellos de manera dinámica e interactiva. Entonces, podemos decir que ser competente implica utilizar diferentes recursos para poder desarrollar una determinada actividad. Un estudiante que desarrolle competencias será un trabajador, colaborador y gestor que pueda resolver diversas situaciones de manera crítica, integrada y práctica. De este modo, es fundamental poner de manifiesto qué competencias son necesarias desarrollar en cada instancia de formación o capacitación, para que, a partir de ellas, se planifique la propuesta de e-learning.
Por todo esto, la propuesta de formación continua profesional anclada en el Enfoque Basado en Competencias, deberá planificar su currículo, las estrategias didácticas y las metodologías docentes bajo este paradigma. Además, se deberán revisar aspectos relacionados con la organización y la gestión académica, al rol docente y las modalidades de enseñanza y de evaluación.
Uno de los autores más conocidos que desarrolló esta idea fue George Miller, quien propone pensar en la evaluación del desarrollo de competencias en distintos peldaños de una pirámide. En el primer escalón se ubica el SABER, es decir, los conocimientos o los conceptos teóricos. Aplicado en la educación, podemos pensar en conocer una temática, poder decir qué es, de qué se trata. En un nivel más alto, una vez logrado el anterior, encontramos el SABER CÓMO, donde se pueden describir los procesos necesarios para poder llevar a cabo cierta tarea, pero también de manera conceptual. Estos primeros dos escalones corresponden al conocimiento, es decir al nivel cognitivo. En un tercer peldaño, ya pensando en el desarrollo de comportamientos o en una etapa conductual, se encuentra el MOSTRAR, poder explicar cómo llevaría adelante una determinada acción mediante, por ejemplo, la simulación. Y finalmente, en el cuarto nivel, el HACER, realizar, ejecutar, o sea, poner en práctica y en contexto lo aprendido.
Esta evaluación de competencias puede realizarse mediante distintos instrumentos o actividades y bajo distintas modalidades y siempre estará enfocada en aquellas competencias que el estudiante necesita adquirir de manera que impacten en su ámbito laboral presente o futuro. Si queremos evaluar el SABER o SABER CÓMO podemos realizar pruebas orales o escritas, cuestionarios teóricos, por nombrar solo algunas. En cambio, si pensamos en el MOSTRAR o en el HACER, podemos utilizar hojas de cotejo, de observación, estudios de casos, simulaciones, por ejemplo. Entonces, la elección de los instrumentos de evaluación se debe realizar de acuerdo con el tipo de competencia que queremos evaluar.
¿Cómo posicionarnos frente a estos temas?
Pasemos ahora a vincular este enfoque innovador, y sin lugar a dudas desafiante, con dos temas muy importantes. Por un lado, hablaremos de la taxonomía de Bloom y por otro, relacionaremos este enfoque con el Can-Do Approach ®, marca registrada de nuestra empresa hace ya varios años.
¿Qué aporta la taxonomía de Bloom para generar los instrumentos o actividades de evaluación?
Benjamín Bloom desarrolló su taxonomía en el año 1956, la cual se basa en la idea de que el aprendizaje es un proceso secuencial que se va profundizando. Bloom propone seis niveles: conocimiento, comprensión, aplicación, análisis, síntesis y evaluación. Cada nivel se apoya sobre el anterior. Es decir, la comprensión es imposible si no hay conocimiento, la aplicación depende de la comprensión y así sucesivamente. Por ejemplo, si una persona no sabe qué es un martillo, nunca podrá colocar un clavo.
Y, además, Bloom propone que la evaluación vaya de la mano del desarrollo de estos niveles: desde la evaluación del conocimiento hasta la evaluación de habilidades o competencias. Al momento de elaborar diferentes instrumentos de evaluación de los diferentes niveles, debemos pensar en verbos mediante los cuales podamos “comprobar” que los estudiantes hayan logrado los objetivos de aprendizaje que hemos definido en el diseño de la capacitación que están realizando.
Por ejemplo, si queremos evaluar conocimientos, nos enfocaremos en verbos como definir, describir, mencionar, nombrar, entre otros, que serán de gran ayuda. Si queremos chequear comprensión, en cambio, estamos buscando ver si el estudiante puede ir más allá de un concepto o una definición, generalizando, comparando, dando ejemplos. En una tercera etapa, podemos evaluar si el estudiante puede poner la teórica en práctica. Es decir, si puede poner en acción el conocimiento adquirido. En este caso podemos usar verbos como aplicar, decidir, calcular, transformar, usar, entre otros. En los niveles cuatro y cinco podemos comprobar si los estudiantes pueden analizar críticamente y justificar opiniones, decisiones o situaciones a partir de los conocimientos adquiridos. Aquí los verbos más utilizados son contrastar, vincular, agrupar, resumir, como para nombrar solo algunos. Por último, el nivel más elevado, busca comprobar si el estudiante puede tomar decisiones, es decir, luego de una situación dada, aplicar el conocimiento brindando soluciones. Los verbos usados aquí son: evaluar, juzgar, recomendar.
¿Dónde está el foco cuando evaluamos los aprendizajes?
Recordemos que en el Enfoque Basado en Competencias debemos movernos del paradigma de la enseñanza para pasar al paradigma del aprendizaje. O sea, debemos pensar en un sistema educativo que pone el énfasis en el aprendizaje y las actividades que realizan los estudiantes y no en un sistema de educación que enfatiza la transmisión de conocimientos.
Teniendo esto en cuenta, es importante remarcar, que los trayectos formativos de Net-Learning se caracterizan siempre en el “aprender haciendo”; nuestros cursos siempre incluyen actividades que desafían a los cursantes a resolver problemas o situaciones que además sean contextualizadas y significativas.
En el año 2013, comenzamos a trabajar bajo esta metodología y llamamos a este enfoque Can-Do Approach ®, el “enfoque del poder hacer”, el poder hacer en una determinada situación, en un contexto específico y hasta basado en el trabajo con otros de manera colaborativa. Este enfoque orientado al diseño por competencias, cada vez con mayor demanda en la capacitación a través de e-learning, se alinea perfectamente con el enfoque basado en competencias que hemos mencionado anteriormente.
En conclusión, a medida que se avanza en los distintos niveles cognitivos propuestos por Bloom, en niveles de aprendizaje más profundos y complejos, se incrementa la calidad profesional del estudiante, desarrollando sus competencias en el presente y hacia el futuro. Entonces, podemos decir que, al implementar el enfoque basado en competencias, los estudiantes se beneficiarán de una metodología de enseñanza aprendizaje que se centra en la resolución de actividades prácticas bajo parámetros de calidad. Si definimos las competencias que esperamos que los estudiantes adquieran en una propuesta de desarrollo profesional continuo, acompañamos a los estudiantes para que las desarrollen durante el curso o diploma y las evaluamos, podremos certificar qué competencias el egresado de la propuesta formativa habrá adquirido al finalizar el mismo. Y es en este lugar donde la innovación en los proyectos de e-learning tiene lugar, es hacia donde apuntamos con nuestras propuestas de formación: la certificación de competencias profesionales e-learning.
¿Por qué creamos el canal de podcast?
En Net-Learning creemos que el formato de audio es muy conveniente ya que permite a los usuarios escuchar los contenidos en cualquier parte y en el momento más conveniente. Además de su comodidad, el podcast nos brinda más cercanía con nuestros seguidores, algo que posiblemente sea difícil de lograr con una publicación en el blog.
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Equipo de Net-Learning
Referencia bibliográfica
Net-Learning. (2022). Innovación en E-Learning: El enfoque basado en competencias. Net-Learning Blog. https://www.net-learning.com.ar/blog/nuevo-episodio-del-podcast-el-enfoque-basado-en-competencias.html
Cita en el texto:
Net-Learning (2022)
(Net-Learning, 2022)
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