“Somos fabricantes de historias. Narramos para darle sentido a nuestras vidas, para comprender lo extraño de nuestra condición humana. Los relatos nos ayudan a dominar los errores y las sorpresas. Vuelven menos extraordinarios los sucesos imprevistos al derivarlos del mundo habitual. La narrativa es una dialéctica entre lo que se esperaba y lo que sucedió, entre lo previsible y lo excitante, entre lo canónico y lo posible, entre la memoria y la imaginación”
Jerome Bruner
Narrar es relatar -de manera oral o escrita- qué y cómo ha ocurrido un suceso. Es decir, que es una forma de dotar de significado a la experiencia del mundo. En el sentido tradicional que nos enseñó Aristóteles, contar una historia supone una trama con planteamiento, nudo y desenlace en la que un grupo de personajes lleva a cabo acciones cuyas consecuencias últimas acabamos conociendo al final de la obra. Sin embargo, esta linealidad y cohesión de la narrativa tradicional resultan insuficientes a la hora de entender el mundo actual que exige el desarrollo de nuevas competencias.
Construir historias digitales organiza la presentación y comunicación de ideas y así entonces facilita la transmisión de conocimientos. Para Jason Ohler, “mediante la creación de narrativas digitales, los estudiantes se convierten en creadores activos, en lugar de consumidores pasivos de contenidos multimedia”. Por eso, las narrativas digitales tienen tanto que aportar al campo de la educación y la comunicación.
Las TIC nos ayudan a contar una historia en unos pocos minutos, usando recursos tecnológicos y generando algún tipo de emoción en un otro que observa y escucha pero de modo activo cuando interactúa y comparte.
El interés educativo y comunicacional de los relatos digitales se deriva de varios aspectos que coinciden de forma simultánea. Por un lado, son un formidable medio de expresión que vehiculiza la construcción de la identidad individual y colectiva cuando apela a la emoción. Por el otro, hay en esta técnica otras ventajas relacionadas con la capacidad de desarrollar competencias:
- Su relación con las prácticas digitales como formas de alfabetización digital avanzada.
- El uso crítico en la toma de decisiones sobre las formas de representación y expresión más adecuadas para transmitir mejor lo que se desea.
- Motivar el abordaje de contenidos en clase.
- Anclar y situar el aprendizaje mediante actividades interactivas haciéndolo significativo
Entonces, aunque no es común contar una historia en una clase de matemática, las posibilidades didácticas de estos relatos digitales nos abren la puerta a la creatividad y se vuelven significativos en cualquier ámbito.
Así podemos contar historias para aprender, convencer o reflexionar sobre un teorema matemático, sobre el funcionamiento de un órgano del cuerpo humano o compartir un hecho histórico cuando se la usa en el ámbito educativo.
Del mismo modo, podemos aprender a tomar decisiones, captar la atención de clientes y usuarios, así como facilitar el encuadre de conflictos y la solución de problemas dentro de las organizaciones.
Construir historias y encontrar la mejor manera de contarlas permite además del desarrollo de competencias, el diseño de narrativas digitales para mostrar algo diferente y que se recuerde nuestro “Había una vez…” .
¿Compartimos historias…para aprender, motivar y comunicar?
Olga García Araya y Marcela González Rozada
Net-Learning
Storytelling: narrativas digitales para aprender, motivar y comunicar
Referencia bibliográfica
Net-Learning. (2015). Narrativas digitales como estrategia para el desarrollo de competencias. Net-Learning Blog. https://www.net-learning.com.ar/blog/narrativas-digitales-como-estrategia-para-el-desarrollo-de-competencias.html
Cita en el texto:
Net-Learning (2015)
(Net-Learning, 2015)
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