En el esquema tradicional del enfoque conductista sobre los procesos de enseñanza, el docente o capacitador es el depositario del conocimiento verdadero y su función es transmitírselo a los alumnos, meros receptores pasivos que deben, de esta forma, acumular aquel saber, principalmente de manera mecánica o memorística. Esta teoría contiene dos supuestos fundamentales: por un lado, los alumnos aprenden en igualdad de condiciones, sin tener en cuenta sus particularidades individuales y sociales; por otro lado, la calidad de los docentes está dada por la cantidad de conocimiento que posee y que transmite, independientemente de sus métodos.
Al calor de los cambios de paradigmas de la década del 80, surge la teoría constructivista la cual postula que la adquisición de nuevo conocimiento se relaciona con la estructura cognitiva previa del sujeto que aprende. De esta forma, si el alumno no es capaz de modificar esa estructura previa a través de la incorporación del nuevo conocimiento, entonces no hay aprendizaje significativo. Así el proceso educativo es un proceso continuo de reelaboración de las estructuras cognitivas. De esta forma, a diferencia del paradigma anterior, se hace foco sobre los procesos de aprendizaje y no de enseñanza, situando al estudiante como centro del proceso y con éste a su contexto, su propia historia, sus particularidades.
La cuestión es que una nueva forma de aprender implica concomitantemente una nueva forma de enseñar. En este nuevo marco, el docente es facilitador y guía del proceso de aprendizaje y ya no depositario y transmisor de “la verdad”. La principal tarea del docente o capacitador, entonces, consiste en propiciar el ambiente para el aprendizaje significativo y la autorregulación de los alumnos, considerando en todo momento que las personas tienen diferentes estrategias, diferentes estilos de aprendizaje y diferentes tipos de inteligencias.
Ahora bien, lo que era una tendencia en las últimas décadas del siglo XX se ha transformado en una necesidad imperiosa en el actual siglo XXI, cuando los cambios sociales, culturales y tecnológicos ya no son incipientes y paulatinos, sino que han cambiado cualitativamente nuestras sociedades y nuestras relaciones sociales. En la actual sociedad de la información, el conocimiento es ubicuo, dinámico. Fluye con fuerza propia atravesando barreras, derribando obstáculos, por derroteros hasta ahora desconocidos. Hoy es accesible a todos, en todo momento, en todo lugar. El conocimiento ya no tiene propietarios, está allí al alcance de todos.
El cambio de la subjetividad (y con ella, de la práctica) docente constituye un aspecto medular de la mejora de la calidad educativa, ya no como proyecto, ya no como tendencia, sino como necesidad imperativa ante la exigencia de la excelencia educativa.
Moverse del centro. Ese es el principal desafío que tenemos los docentes y capacitadores en la nueva era del conocimiento. Esto significa, en principio, la ardua y hasta dolorosa tarea de romper las propias resistencias, que se encuentran enclavadas en lo más profundo de nuestra propia formación, de nuestra propia trayectoria, de nuestras experiencias cotidianas.
Educados nosotros mismos con las tradiciones pedagógicas estáticas y cerradas; inmersos cotidianamente en un sistema educativo cristalizado y poco permeable al cambio, debemos afrontar este gran desafío de resignificar nuestro bagaje, ser capaces de derribar nuestras propias barreras. Sólo de esta forma lograremos adaptarnos a la creciente complejidad social y cultural, sólo de esta forma lograremos estar a la altura de las exigencias y desafíos de los actuales procesos de enseñanza y aprendizaje, pero, lo que es más importante, sólo de esta forma podremos satisfacer las reales necesidades de nuestros estudiantes, empoderándolos, dotándolos de competencias, contribuyendo a forjar los nuevos ciudadanos del siglo XXI.
Esta es la mirada, el enfoque que diseñamos en cada curso online de Net-Learning; una metodología que da protagonismo al alumno para que desde la teoría y a través de la vivencia individual y colaborativa adquiera las competencias del aprendiz del siglo XXI y se posicione con estas herramientas y actitudes frente al trabajo y su formación continua.
Equipo de Net-Learning
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