En algunas propuestas de aprendizaje, podremos utilizar escenarios que contextualicen y se ajusten a la realidad de los participantes. En estos casos requeriremos que ilustradores y diseñadores multimediales generen personajes, vestimentas y mobiliarios que repliquen situaciones familiares de los usuarios. Mientras que en propuestas más sencillas, quizá un simple chiste o un cómic nos permitan establecer un guiño de complicidad con los destinatarios.