El modelo flipped classroom, o aula invertida en español, ha sido adoptado por una numerosa cantidad de docentes y capacitadores de todo el mundo en los últimos años. Las ventajas y potencialidades que ofrecen las tecnologías educativas favorecen la implementación de este modelo centrado en el estudiante y su aprendizaje.
En el aula invertida, la posibilidad de acceder al material de estudio antes de comenzar la clase en el aula tradicional permite a los docentes personalizar la enseñanza de cada alumno. Es decir, el alumno puede elegir qué contenido ver con anterioridad en el hogar y en la clase realizar actividades prácticas y de consulta al profesor. “La idea es redirigir la atención, quitársela al profesor y ponerla en el alumno y su aprendizaje” (Bergmann y Sams, 2012, p. 15).
Los profesores que aplican el modelo de aula invertida se apoyan en el uso de tecnología para el desarrollo y distribución de contenidos que los alumnos explorarán antes de comenzar la clase (Tecnológico de Monterrey, 2014; Tourón, Santiago, y Diez, 2014). Al preparar el material para el aula invertida, el profesor pone en evidencia competencias tecnológicas como ser grabación de vídeo lecciones y selección y curación de materiales de Internet.
Existe una diferencia entre aula invertida y aprendizaje invertido. En el aula invertida el profesor asigna contenidos para revisar fuera de la clase y en el tiempo en el aula puede o no llevar a cabo dinámicas de aprendizaje invertido. El aprendizaje invertido hace referencia a un “enfoque pedagógico que transforma la dinámica de la instrucción. Se desarrolla en un ambiente interactivo donde el profesor guía a los estudiantes mientras aplican los conceptos” (Tecnológico de Monterrey, 2014, p. 6).
Invertir el aula implica tomar una postura diferente frente al proceso de enseñanza-aprendizaje. En primer lugar, el profesor debe estar capacitado para seleccionar el contenido que va a distribuir y luego deberá desplegar sus competencias digitales al máximo para diseñar material acorde al contenido seleccionado. Además, el docente debe estar preparado para desplazarse del centro en el proceso de enseñanza y permitir a sus alumnos tomar las riendas de sus aprendizajes y ayudarlos a ser cada vez más autónomos.
El papel del tutor-facilitador se centra en motivar, guiar, dar tiempo y espacio a los cursantes, fomentando la lectura de los materiales y la participación activa en foros, actividades de reflexión y trabajos colaborativos. Los contenidos del curso online están relacionados con la introducción al modelo del aula invertida, sus pilares, los mitos, el uso de herramientas de web para el desarrollo y distribución de contenidos, la revisión de experiencias áulicas y la reflexión sobre la experiencia inmersiva.
El aula invertida representa una transformación significativa en la dinámica tradicional de enseñanza. Al otorgar un papel protagónico al estudiante en su propio aprendizaje, este modelo, potenciado por las tecnologías educativas, promueve una educación más personalizada y efectiva. Sin embargo, su implementación exitosa requiere docentes capacitados en el uso de herramientas digitales y dispuestos a adoptar un rol de guía y facilitador en el proceso educativo.
Verónica Pintos – Equipo de Net-Learning
Referencia bibliográfica:
Net-Learning. (2020). Net-Learning: Redefiniendo el modelo del aula invertida. Net-Learning Blog. https://www.net-learning.com.ar/blog/como-preparar-una-clase-presencial-para-el-entorno-virtual.html
Cita en el texto:
Net-Learning (2020)
(Net-Learning, 2020)
Referencias
Bergmann, J. y Sams, A. (2012). Dale la vuelta a tu clase. España: Biblioteca Innovación Educativa, SM.
Tecnológico de Monterrey (2014). Reporte EduTrends: Aprendizaje invertido. Recuperado de https://observatorio.itesm.mx/edutrendsaprendizajeinvertido/
Tourón, J., Santiago, R., y Diez, A. (2014). The Flipped Classroom: Cómo convertir la escuela en un espacio de aprendizaje. (Kindle Edition) Digital text: Grupo Océano
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